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Los últimos perseguidos: Usuarios del cannabis medicinal

“Este no es un tema que tenga que ver con la moral sino con la salud pública y por ello el verdadero peligro es el narcotráfico con la pasta base”

El primer conversatorio sobre el uso del cannabis medicinal y  la persecución a la que se ven expuestos sus usuarios, se realizó el pasado jueves 25 en la sede del Partido Comunista.

Esta actividad fue organizado por el candidato alcalde del Partido Comunista por San Bernardo, Wladimir Bolton y con la presencia de la directora ejecutiva de la Fundación Daya, Ana María Gazmuri; de la diputada, Marisela Santibáñez; de la concejal, Soledad Pérez y de vecinos de la comuna.

En el marco de ella pudimos escuchar el testimonio de una pareja formada por Cristián García de la Huerta y Vanessa Lorca, quienes vivieron una situación muy fuerte al ser allanados por la PDI por tener un autocultivo y ser usuarios del cannabis medicinal, ocasión en la que llegaron cerca de quince funcionarios en cinco vehículos y con apoyo de un dron, destruyendo las plantas y llevándose esposada a la mujer.

Al hablar con los presentes, la directora ejecutiva de la Fundación Daya, Ana María Gazmuri, manifestó que esta planta tiene una historial de 7.000 años de historia con múltiples uso y que a partir de 1942 cuando era ministro de Salud, Salvador Allende, comenzó su uso terapéutico en la salud pública.

Gazmuri reiteró que “a partir de la promulgación de la Ley 20.000 se buscó perseguir el tráfico y el microtráfico, pero en realidad de las pesquisas un 70 por ciento corresponden a casos de autocultivo de pacientes y solo un 20 por ciento a narcotraficantes”. Estas personas son usuarias producto que se ven afectadas por dolores crónicos producto por ejemplo de enfermedades como fibromialgia u otros derivados de enfermedades de base como la diabetes.

En ese contexto expreso que en el mercado farmacéutico existen siete productos en base a la cannabis, por lo tanto uno dice a la industria se le permite pero el autocultivo se prohíbe. Por ello una buena solución sería que se permitiera el autocultivo, cultivos colectivos y la producción de la industria farmacéutica.

“Este no es un tema que tenga que ver con la moral sino con la salud pública y por ello el verdadero peligro es el narcotráfico con la pasta base” aseveró Gazmuri

La diputada, Marisela Santibáñez, en tanto afirmó que “impulsarán una ley de reparación a los afectados por la ley 20.000, porque no solo se  persiguen personas sino se está persiguiendo una causa mayor”.

Finalmente  Ana María Gazmuri destacó el rol de la Defensoría Pública que “se ha hecho parte de los dictámenes de la Corte Suprema que indica que cuando estamos frente a un autocultivo no hay delito”

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